Primera Mencion
la nube
autores: arq.guido hernandez
arq. maria cecilia rossini
Concurso de ideas para la refuncionalización, ampliación y revalorización del edificio del ex-Banco Nación ha sido promovido por el Gobierno de la Provincia de Tucumán, la Caja Popoular de Ahorros, a la que pertenece la propiedad organizado por el Colegio de Arquitectos de Tucumán y auspiciado por la F.A.D.E.A.
Presentación Señala el prólogo que el microcentro histórico de San Miguel de Tucumán, es la proyección de la imagen de la ciudad, por su importancia como factor de desarrollo económico, por sus valores funcionales, ambientales y patrimoniales, y por la atracción que ejerce sobre la población y las empresas.
El área central y el microcentro de San Miguel de Tucumán, tendrían que caracterizarse por la localización de equipamientos, servicios a escala urbana y metropolitana, que todavía existen, conformando un sistema de edificios y actividades potencialmente valioso, que siguen dando vida intensa y carácter a nuestra ciudad. Este centro tiene un “fuerte carácter” conformando un núcleo social y cultural, por el momento vivo; pero con un desarrollo espontáneo, sin planificación y por lo tanto en un equilibrio peligrosamente inestable.
Una de las facetas más delicadas de la administración del patrimonio público es actuar sobre edificios de valor histórico, y en particular en aquellos casos en que se deben modificar sustancialmente las condiciones edilicias.
Los asesores del presente concurso, adhieren a la corriente de pensadores que sostienen que la conservación del patrimonio debe legitimarse socialmente con el uso, y que intervenciones de este tipo, exigen de soluciones altamente creativas e innovadoras. El presente concurso de ideas resulta en este contexto la herramienta ideal para legitimar la renovación y transitar el dificil camino hacia la respuesta singular del “qué” arquitectónico y seguramente constituirá un referente obligado para futuros casos similares.
En tanto referente urbano de valor patrimonial, su futuro no puede dirimirse sólo con un acto administrativo de cambio de función, ni puede disociarse de su contexto. Por eso, asumiendo el reto en toda su complejidad, los asesores del presente concurso proponen una actuación que involucre variadas escalas y dimensiones interpretativas.
En primer lugar, a escala urbana, se debe enfrentar el problema que el uso especializado financiero-administrativo produce en la trama urbana, generando sectores de comportamiento esquizofrénico, exuberante de día y agonizante de noche. Esta disfunción urbana se conecta directamente con problema del éxodo que sufre el área central, remitiéndonos también al tan anhelado deseo de recuperar el microcentro histórico como “lugar de encuentro”.
El Centro Cultural Plurifuncional, tiene tema “abierto” en una estrategia para fomentar la singularidad de la solución y alentar el aporte creativo de los participantes.
En una segunda escala, la edilicia, se debe responder a un programa de actividades, que combine las dos funciones principales, la administra!va y la cultural de forma tal que ambas se colaboren y potencien, debiendo armonizar dentro de un contexto restrictivo, como lo es el edificio histórico.
Desde la óptica de la preservación patrimonial, el programa también presenta notables ventajas. Por un lado, la función cultural se adapta perfectamente al carácter del edificio histórico, resulta arquitectónicamente inocua, y permite un uso abierto al público en general. Por otro, el agregado de un nuevo edificio administrativo (Departamento Asegurador) como socio solidario del edificio histórico, implica incorporar certidumbre y sustentabilidad a su preservación, garantizado por la fortaleza económica de la Caja Popular y por el sentido altruista del uso asignado al sector histórico, totalmente prescindente de intereses económicos. Desde el punto de vista arquitectónico, la atención principal se centra en la resolución del basamento, y la propuesta para las dimensiones funcional, morfológica y simbólica. Sin embargo, la información requerida apunta más allá, y solicita el aporte del concursante en la configuración del sistema de actividades del espacio central, y los supuestos para su factibilidad.
Por último, se considera la escala del sistema de componentes constructivos. En condiciones normales, en un concurso de ideas esto sería irrelevante, sin embargo, en este caso en particular adquiere especial importancia, en tanto, en gran medida, las acciones propuestas para la restauración y refuncionalización se debatirán en este nivel.
El área central y el microcentro de San Miguel de Tucumán, tendrían que caracterizarse por la localización de equipamientos, servicios a escala urbana y metropolitana, que todavía existen, conformando un sistema de edificios y actividades potencialmente valioso, que siguen dando vida intensa y carácter a nuestra ciudad. Este centro tiene un “fuerte carácter” conformando un núcleo social y cultural, por el momento vivo; pero con un desarrollo espontáneo, sin planificación y por lo tanto en un equilibrio peligrosamente inestable.
Una de las facetas más delicadas de la administración del patrimonio público es actuar sobre edificios de valor histórico, y en particular en aquellos casos en que se deben modificar sustancialmente las condiciones edilicias.
Los asesores del presente concurso, adhieren a la corriente de pensadores que sostienen que la conservación del patrimonio debe legitimarse socialmente con el uso, y que intervenciones de este tipo, exigen de soluciones altamente creativas e innovadoras. El presente concurso de ideas resulta en este contexto la herramienta ideal para legitimar la renovación y transitar el dificil camino hacia la respuesta singular del “qué” arquitectónico y seguramente constituirá un referente obligado para futuros casos similares.
En tanto referente urbano de valor patrimonial, su futuro no puede dirimirse sólo con un acto administrativo de cambio de función, ni puede disociarse de su contexto. Por eso, asumiendo el reto en toda su complejidad, los asesores del presente concurso proponen una actuación que involucre variadas escalas y dimensiones interpretativas.
En primer lugar, a escala urbana, se debe enfrentar el problema que el uso especializado financiero-administrativo produce en la trama urbana, generando sectores de comportamiento esquizofrénico, exuberante de día y agonizante de noche. Esta disfunción urbana se conecta directamente con problema del éxodo que sufre el área central, remitiéndonos también al tan anhelado deseo de recuperar el microcentro histórico como “lugar de encuentro”.
El Centro Cultural Plurifuncional, tiene tema “abierto” en una estrategia para fomentar la singularidad de la solución y alentar el aporte creativo de los participantes.
En una segunda escala, la edilicia, se debe responder a un programa de actividades, que combine las dos funciones principales, la administra!va y la cultural de forma tal que ambas se colaboren y potencien, debiendo armonizar dentro de un contexto restrictivo, como lo es el edificio histórico.
Desde la óptica de la preservación patrimonial, el programa también presenta notables ventajas. Por un lado, la función cultural se adapta perfectamente al carácter del edificio histórico, resulta arquitectónicamente inocua, y permite un uso abierto al público en general. Por otro, el agregado de un nuevo edificio administrativo (Departamento Asegurador) como socio solidario del edificio histórico, implica incorporar certidumbre y sustentabilidad a su preservación, garantizado por la fortaleza económica de la Caja Popular y por el sentido altruista del uso asignado al sector histórico, totalmente prescindente de intereses económicos. Desde el punto de vista arquitectónico, la atención principal se centra en la resolución del basamento, y la propuesta para las dimensiones funcional, morfológica y simbólica. Sin embargo, la información requerida apunta más allá, y solicita el aporte del concursante en la configuración del sistema de actividades del espacio central, y los supuestos para su factibilidad.
Por último, se considera la escala del sistema de componentes constructivos. En condiciones normales, en un concurso de ideas esto sería irrelevante, sin embargo, en este caso en particular adquiere especial importancia, en tanto, en gran medida, las acciones propuestas para la restauración y refuncionalización se debatirán en este nivel.
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