domingo, 6 de febrero de 2011

HORACIO BALIERO-COLEGIO ARGENTINO EN MADRID



En 2009 cursando la Materia Detalles del Posgrado de Arquitectura y Tecnologías en la UTDT de BA ,Marcelo Gizarelli - profesor- me asigno estudiar/analizar los cementerios diseñados y construidos por Baliero en la ciudad de Mar del Plata. Además de visitarlos en un par de ocasiones, buscar información en los archivos del municipio, revisar revistas de la época, Marcelo me puso en contacto con Daniel Rizzo, arquitecto, docente, compañero y amigo de Horacio Baliero.Daniel Rizzo me entrego gran cantidad de material ( planos, textos, etc) no solo de los cementerios sino de toda la obra de Baliero.En esta entrada El Colegio Argentino en Madrid.
Los textos están extraídos del libro BALIERO editado por la FADU.



MADRID -COLEGIO MAYOR NUESTRA SEÑORA DE LUJAN




Esa primera idea fue generadora de todo. Trabajamos mucho a partir de eso en el desarrollo del proyecto y la idea se mantuvo.
Ganado el concurso, el premio era construir la obra, así que transcurrieron cerca de dos años yendo y viniendo. Veinte días allí, diez días aquí.
Necesitaba conocer más el modo, las costumbres, las obras, el clima, el entorno. Las bóvedas catalanas, el ladrillo en los muros, los alcornoques sin corteza chorreando savia roja sobre la tierra roja. No se trata de observar, que parece definir una actividad de microscopio, sino de vivir


Cuando supe que allí revocar era más caro que el ladrillo visto, y que la chapa originalmente pensada hubiera producido un calor infernal en las logias, el edificio fue de ladrillos y los techos bóvedas catalanas. Parecía sensato aplicar una forma constructiva que conocían hace quinientos o seiscientos años, y que formaba parte del paisaje madrileño


La obra resultó sencillísima y muy económica. Todo el corte transversal desde el terreno hasta arriba, se resolvió con las mismas soluciones, porque las situaciones eran las mismas. Seis o siete detalles, resuelven toda la obra.


En general todo buen proyecto se resuelve simplemente.
Dibujo con lápiz en chiquitito, y a partir de ahí colaboran amigos o hay otros estudios, a los que se lo llevo para documentar. Lo reviso, señalo los errores, dibujando al lado de quien documenta, como tiene que ser. Cuando está todo clarísimo, se redibuja. Recién después va a la obra, de modo que no tenga que agregar ni un solo enchufe. Me empelota que me modifiquen en la obra.
El plano yo no lo cambio jamás.


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