El ganador del Premio Pritzker 2011, Eduardo Souto de Moura tiene una trayectoria que suma más de 60 proyectos construidos. Su trabajo es una mezcla de lo contemporáneo y lo tradicional.
El Arq. portugués nació en 1952 y estudió en la Escuela de Bellas Artes de Porto. En un inicio ingresó a la licenciatura en artes plásticas, pero finalmente se recibió como arquitecto.
Su carrera como arquitecto independiente comenzó en 1980. A lo largo de más de 35 años de experiencia ha demostrado un exquisito uso de materiales como granito, madera, mármol, ladrillos, acero y concreto, al igual que un inesperado uso del color.
"La arquitectura de Eduardo Souto de Moura no es obvia, frívola o pintoresca. Está inundada con inteligencia y seriedad. Su trabajo requiere de un intenso encuentro, no una mirada rápida. Al igual que la poesía, su trabajo es capaz de comunicar emociones a aquellos que se toman el tiempo para escuchar", dijo el jurado del Premio Pritzker.
Algunos de sus proyectos más admirados son: Casa número 2 en Serra da Arrábida, el Estadio de Braga, el Museo Paula Rêgo, en Cascais, casa en Bom Jesus , la Torre Burgo y la conversión en hotel del Convento de Santa María do Bouro, todos en Portugal.
Es reconocido por su mesurado uso de recursos naturales para los materiales que aplica en sus diseños:
"Para mí, la arquitectura es un asunto global. No existe la arquitectura ecológica, ni la arquitectura inteligente o la arquitectura sustentable- solamente hay buena arquitectura. Siempre se presentan problemas que no podemos negar y que siempre tenemos que tomar en cuenta, como por ejemplo energía, recursos, costos y aspectos sociales", explica el arquitecto.
El Museo Paula Rêgo diseñado por Eduardo Souto de Moura se ubica en Cascais tranquilo, un pueblo al oeste de Lisboa.
Museo público de la comisión en Cascais - fue que el municipio quien financió el proyecto – en homenaje a Paula Rego,- pintor expresionista nacido en Portugal, radicado luego en Francia . El proyecto una especie de retorno a la infancia, específicamente al barrio donde el artista vivió en la década de 1960
"Tuve la suerte de poder elegir el lote, lo que aumentó mi responsabilidad después de que la pintora Paula Rego me eligiera como diseñador", escribe el arquitecto Eduardo Souto de Moura en el memorial de su trabajo.
Y continúa el relato, explicando el contenido de la inspiración de su entorno natural, es decir, donde el bosque es parte de la construcción: "La disposición de las cajas de hormigón actúa como un negativo en positivo, se deja el perímetro de los árboles."
Se produce la implantación en la cordillera, cerca del centro y el terreno de pendiente suave en el centro de la pista de aproximadamente lineal (U) que se organizan en los troncos de árboles alargados.
El programa por sectores en el volumen corresponde a la íntima relación que se establece entre lo construido y natural.
Desde el acceso externo es poco a poco que uno va percibiendo el museo, que es la sombra de la vegetación del tipo verde de la fachada que da la bienvenida al visitante.
Es de destacar, entonces, la inteligencia del arquitecto en el tratamiento de la materialidad del edificio con la materia prima del cemento herméticamente.
Su color rojo en contraste con el verde césped y árboles, es el ingrediente activo en la percepción de la arquitectura concentrando, principalmente debido a la disposición cuidadosa de la forma de la madera, a veces horizontal, a veces en espina de pescado, coincidiendo con el volumen construido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario